Una corriente filosófica sostiene que no tiene sentido preguntarse “qué hubiera pasado si...”, porque todo está prefijado por un determinismo del que resulta imposible escapar. O sea, las cosas pasan de la única forma en la que podían pasar. Sin embargo, el ejercicio de plantearse realidades alternativas suele arrojar conclusiones interesantes. Por ejemplo, cabe preguntarse qué hubiera pasado si Tucumán Rugby perdía la final del Clausura “José ‘Pepe’ Mattalías”. Es una cuestión que adquiere un cariz particular cuando se trata del “Verdinegro”, club que en las últimas dos décadas estuvo mucho más habituado a jugar instancias finales que a ganarlas. Sin ir más lejos, venía de perder la del Apertura hacía poco más de un mes y el recuerdo estaba bastante fresco.
“Habíamos hablando de que, si esta vez no nos iba bien, nos iba a costar salir”, reconoce Martín Hernández, dimensionando lo que hubiera sido un golpe anímico muy duro para un equipo que venía impulsado por un rendimiento impresionante en los últimos partidos. El pilar derecho de Yerba Buena conoce mejor que nadie de eso por haber sido parte de las últimas 20 temporadas, en las que Tucumán Rugby celebró muchos menos títulos de los que había merecido.
“Personalmente, me hacía falta esto. Pasaron muchas cosas, y uno siempre deja cosas de lado”, resumió un emocionado Hernández, referente de un pack de forwards que jugó una final impecable en cancha de Natación. “Hemos trabajado mucho las formaciones. Eran una deuda, pero empezaron a funcionar muy bien y dieron lo máximo. Estamos muy contentos porque se jugó muy bien en estos últimos partidos. Ya venía siendo una orquesta, se plasmó todo lo que veníamos entrenando”, resalta Martín, pieza clave en el scrum del campeón en la final.
A sus 39 años, aclara que su futuro no estaba condicionado a ningún resultado. “No pienso en eso. Seguiré hasta que empiecen a doler los golpes”.
En un equipo de promedio tan bajo de edad en la primera línea, la experiencia de Hernández es un valor agregado. Más tratándose de un puesto con tantos secretos.
“Se aprende muchísimo. Está todo el tiempo ayudándonos, preguntando cómo nos sentimos, dándonos consejos”, constata el hooker Mariano Muntaner. “Es un fenómeno, siempre dispuesto a enseñar. Te da seguridad formar el scrum con un tipo como él, que debutó en Primera cuando yo tenía un año”, completa el pilar Francisco Caram.
Efectivamente, cuando Martín tuvo su debut en el plantel superior de Tucumán Rugby, en 2001, Mariano y Francisco recién empezaban a caminar. Y hoy los tres forman parte de un pack de forwards que ha ido ganando en solidez a lo largo del torneo y siendo una fábrica de obtención para el juego de los tres cuartos.
“Nuestro pack es bastante joven. Para muchos, este fue nuestro primer año. Es difícil acoplarse al ritmo de Primera, pero con la ayuda de los referentes, como Martín o Lucas Santamarina, pudimos hacerlo. Hemos evolucionado: a principios de año, los entrenadores nos propusieron un juego más frontal, y una vez que lo perfeccionamos, pudimos agregarle más cosas y generar espacios por afuera para los tres cuartos”, detalla Caram.
Muntaner le da la razón al entrenador José Macome cuando dice que, a pesar de todo lo que se hizo bien en este torneo, el equipo aún no ha tocado su techo: “si bien estamos encontrando nuestro juego, creo que podemos dar mucho más y seguir puliendo aspectos como el line, scrum, ataque y defensa”.
Descanso
Ya clasificado directamente a semifinales del Reducido, Tucumán Rugby tendrá libre este fin de semana, a la espera de que se decida su rival: Lawn Tennis o “Uni”.
Pack de tries
De los 37 tries de Tucumán Rugby en el torneo, 10 los hicieron los forwards. Cuatro de ellos de la primera línea: Bernardo D’ Antuene (2), Carranza (1) y Muntaner (1).